lunes, 10 de octubre de 2011

Euskadi Extrem, Botarse o barro

Vamos allá! Aquí os cuento mi experiencia por tierras vascas con mi bicicleta y con mis compañeros Luis, Gafe y Rafa.
Salimos el sábado por la mañana bien temprano 8:30 en la primera etapa. Después de salir un poco retrasados Luis y yo apretamos un poco, pues veíamos un grupo cabecero de unas 30 personas a unos 200 metros de nosotros. Enganchamos con ellos después de darnos el primer apretón de la mañana, para después ir un poco más relajados. El tiempo era nublado y lloviznaba a ratos, el terreno estaba pesado pero se podía rodar más o menos bien. Luego nos quedamos un grupo de 3 hasta el kilómetro 40 y pico, donde Luis se queda un poco y me dice que tire que el prefiere ir un poco más suave. Iba bien de fuerzas y seguí avanzando, una zona más técnica de senda, otra pista ancha, para arriba y para abajo. En el kilómetro 52 me quedé sin bebida, y el próximo avituallamiento estaba en el 60 y pico, pasé un poco de sed, pero engañé al cuerpo con un gel y una barrita. En el 60 compruebo que mi bici hace un ruido atrás cuando tengo que portear, compruebo y llevaba el buje trasero cerrado pero sin apretar. Vuelvo a cerrarlo bien y continúo. Llegamos al avituallamiento, me paro un rato, relleno el bidón, me bebo una coca cola de penalty un poco de fruta y tira. Esta parte es la que mejor me encontré, iba rodando cómodo pero con precaución, pues ya llevaba unos cuantos kilómetros pero el puerto más largo estaba entre el 82 y el 92. Llegué al 82 avituallamiento con un grupo de 5 que fui cogiendo, ya más justito de fuerzas, cogemos de beber y comemos, nos animan diciéndonos que vamos bien entre los 15 primeros, así que como algo rápido y bebo, arranco y a darlo todo en este último puerto, luego ya era todo para abajo. el terreno era pestoso, mucha piedra en la subida que te hacía ir incómodo, pero pude subir las empinadas cuestas montado, eso sí, con el desarrollo 2x10 iba justo justo y eché de menos el molinillo. coronamos entre la niebla y ya para abajo. Pensé que estaba todo hecho, pero se avecinaba la parte más dura de la carrera. Una pista ancha nos llevaba hacia abajo que era un auténtico lodazal. Lodo como cemento. Entre mi rueda delantera y la horquilla, debe haber 2 cms. y el barro me paraba la rueda, tuve que bajarme varias veces a quitar el barro, pues no me giraba la rueda, hasta que me hice con un palo para ir quitando el barro más rápido cada vez que esto me pasaba. Pero no podía avanzar 30 metros seguidos, así que, decidí portear, así por lo menos no tenía la sensación esa de ir empujando, montarme, y frenarme. Me caí un par de veces por las frenadas que me hacía el barro. Me adelantaba la gente y otros estaban como yo, uno con la cadena rota y así fuimos avanzando. Me cogió Luis que venía como pez en el agua (mucho le gusta la lama) entramos en una zona llana y fui pegado a él. Esta zona tampoco ofrecía descanso, era una zona muy pesada de hierba que se hundía con badenes y piedras que no dejaban ir cómodo. En la bajada, con algo de barro, aunque este por lo menos no te paraba se me fue Luis, yo decidí bajar conservando, porque entre las fuerzas que me quedaban y que mi técnica bajando y además con barro no da para más, fui haciendo. Creo que entramos entre los 30 primeros. Pese al tramo final bastante bien. Esperamos por Gafe en meta que entró a 25-30 minutos después de haber tenido problemas con un pinchazo y con las bombonas de CO2.
El domingo sólo salimos Luis y yo, después del barrizal del día anterior, costaba estar animado para salir, pues llovió toda la noche y seguía lloviendo, así que ya sabíamos lo que había. Más barro.
Salimos un puerto de carretera largo, cogí un ritmo cómodo y fui subiendo. Luis enganchó un grupo delante que íbamos viendo, yo decidí ir a mi ritmo con el Andy Slech vasco (como se parecía el tío) pues para mí iban demasiado rápido. Coronamos y entramos en una zona llana de praderío, llena otra vez de barro y lama, se me atascaban las ruedas, pero seguí pedaleando cuando escucho un chasquido. Era un radio roto, ningún impedimento para poder seguir. Luego empezó a fallar el cambio y tenía que empujar casi de muñón para cambiar los piñones, el barro ensució los cables y no iba bien. Luego se me desenganchó la cadena, un eslabón abrió y tuve que parar, quité un par de eslabones y seguí. Vino una bajada y seguí dándole sin problema, pasamos un pueblo y empezamos a subir el segundo puerto. Todo hacía ruído en la bici, me puse de pie en una subida empinada y di un par de pedaladas al aire, volvió a romper la cadena. Volví a tronchar y seguí, el cambio iba mal y la cadena también, al no enganchar bien e ir tan corta iba demasiado forzada, volvió a desenganchar y ya no dio más de sí. kilómetro 28 y ahí se acaba mi periplo vasco.
Me quedo flipao con Luis, como va con el barro. Al final entró de 13 el domingo en una carrera con muchos galgos. El sábado estaba Igor Astarloa, campeón del mundo de ciclismo en carretera hace unos años, que entró detrás nuestra y había alguno del Euskaltel, que cuando le preguntaron si el año que viene volvería, dio una contestación un poco ambigua, jejeje. Algo así, como, non me pillades en outra destas, jejeje.
Lo pasé bien en el fin de semana, fueron unas risas con Luis, Gafe y Rafa, pero durante la carrera disfruté solo en algunos momentos, por el barro y los problemas con la bici. Para el año que viene si la hacen por la misma fecha, me pensaré volver, aunque la organización estuvo bien, mejoraría los marcados, pues me pasé en varios cruces, igual que la mayoría y los trazados, pues creo que los bosques de Euskadi tienen que dar para más.
Es una pena no acabar, pero ya estamos pensando en la siguiente.

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